Donde una asociación que nuclea empresas del rubro informático hace campañas no muy honestas (no es cierto que hay "desempleo cero", existen a su vez muchos empleos mal remunerados y se trabaja en pésimas condiciones) para reclutar "nuevos informáticos", bajo el pretexto -usado actualmente por EEUU- de que escasean, cuando en realidad lo que buscan es seguir contratando "estudiantes" o "juniors" porque salen "muy baratos" (únicamente en sueldos) y los "Seniors" con experiencia son descartados olímpicamente. Los "sobrecalificados" debemos hacer malabares para conseguir sueldos que correspondan -aunque sea- con la inversión (en tiempo y dinero) que realizamos para estar donde estamos.
Ahora no solo hay "cota" para la edad, el sexo, el estado civil, el título o el sueldo... también lo hay para la cantidad de conocimiento y experiencia.
En un país donde se restaura un viejo sistema como el "Consejo de Salarios", que al ser esas las reglas que nos imponen, no queda otra que participar y jugar el mejor papel posible (aunque no nos guste). Este sistema habilitaría a fijar sueldos y condiciones mínimas de trabajo, pero que por falta de interés y organización los informáticos han estado excluidos de la negociación - y donde aparentemente- a nadie le importa que así suceda.
Si buscas por mucho tiempo trabajo en Uruguay, es muy normal llegar a la conclusión de que "en este mercado no encuentro un empleo adecuado a mi nivel de conocimientos", por lo cual nos vemos "obligados" a:
- Aceptar los magros sueldos que nos ofrecen, sin opción a negociación.
- Ofrecer servicios como micro-empresa, con un Estado que no te favorece si querés trabajar (muchos impuestos, muchos trámites burocráticos, pésimos servicios, etc).
- Migrar de país, buscando mejores oportunidades.
- etc.
Por esta razón creo que estamos viviendo nuestra "Era de la Crisis de los Proyectos", repitiendo fracasos que fueron oportunamente estudiados y documentados en frondosos libros de Gestión de Proyectos y de Ingeniería de Software. ¿Seremos tan necios para leerlos y seguir pensando luego que "esto no es aplicable en nuestro contexto"?.
La gran mayoría de los proyectos superan los tiempos estimados, exceden los presupuestos, y fundamentalmente, no cumplen con las expectativas de sus clientes. Los ejemplos que tengo más cercanos que puedo usar como casos de estudio son la mayoría uruguayos, donde el magro resultado de los proyectos regionales de las empresas locales generan muy mala publicidad a un país que hasta su propio gobierno a querido vender con la imagen de "País Tecnológico". Es tan así, que están logrando que se asocie a los "productos/servicios uruguayos" como "productos/servicios de mala/baja calidad", como sucedió en su momento con los productos chinos (situación que han logrado revertir con el correr del tiempo).
Concentrándose en las empresas informáticas, y en particular, en la forma de reclutar sus recursos humanos, siempre sugiero como respuesta un artículo de "Joel On Software", que me parece muy explícito:
"Así, ¿porqué no hay espacio en la industria del software para un proveedor de bajo costo, alguien que use los programadores más baratos disponibles? (Recuérdenme de preguntarle a Quark como le fue con su plan "despidamos a todos y contratemos reemplazos de bajo costo").
Esencialmente, el diseño añade valor más rápido de lo que agrega costo.
O, dicho de manera simple, si tratas de economizar en programadores, tu software será mediocre, y ni siquiera habrás economizado tanto dinero."
Artículo "Alcanzando las notas altas".
Hoy leo en el diario El País la siguiente frase:
"La fuga de cerebros ha crecido en las últimas décadas y ha hecho que América Latina pierda importancia en el mercado de talentos"
El Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, hablando en la cumbre sobre Migración (que también es uruguayo y trabajó muchos años como presidente del BID).
Hace pocas semanas he vivido varias situaciones que sirven de claro ejemplo (que si me pongo a recordar, se repiten constantemente en el correr del año).
En los próximos días iré documentando los casos, y demostrando con hechos mis -para algunos- temerarias afirmaciones.
3 comentarios:
Hola Enrique:
bienvenido al mundo de los 30 y picos, sobrecalificados.
Es hora, creo yo, de que gente como tú y como otros tantos que pululamos por el querido paisito dejemos de hablar de crisis de proyectos y empecemos a hacer proyectos concretos y a bombardear a todos los posibles desididores las cosas que pensamos se daban hacer.
Y quiero tirarte una idea provacadora, a ver que piensas:
que tal hacer un proyecto de migración a software libre de todos los sistemas del estado uruguayo?
cuánto costaría?
cuántos desarrolladores que tu conoces se prenderían?
Como convocarlos y entusiasmarlos?
salú!!!
ruben
Hola Enrique:
bienvenido al mundo de los 30 y picos, sobrecalificados.
Es hora, creo yo, de que gente como tú y como otros tantos que pululamos por el querido paisito dejemos de hablar de crisis de proyectos y empecemos a hacer proyectos concretos y a bombardear a todos los posibles desididores las cosas que pensamos se daban hacer.
Y quiero tirarte una idea provacadora, a ver que piensas:
que tal hacer un proyecto de migración a software libre de todos los sistemas del estado uruguayo?
cuánto costaría?
cuántos desarrolladores que tu conoces se prenderían?
Como convocarlos y entusiasmarlos?
salú!!!
ruben
Rudosan:
> por el querido paisito dejemos de
> hablar de crisis de proyectos y
> empecemos a hacer proyectos
> concretos y a bombardear a todos
> los posibles desididores las cosas > que pensamos se daban hacer.
Mmm... generalmente cuando "me quejo" trato ser parte "de la solución" y no solo "del problema".
Trabajo todos los días por corregir y aportar soluciones a las cosas que veo mal.
Pero en un país del "no te metás", donde para muchas cosas necesitas del apoyo de la gente (como el tema que estoy tratando ahora, el Consejo de Salarios), la cuesta arriba se hace muy empinada.
Pero lo que más he visto es a las personas decir que "están mal" pero no hacen nada para salir de esa situación.
> Y quiero tirarte una idea
> provacadora, a ver que piensas:
> que tal hacer un proyecto de
> migración a software libre de
> todos los sistemas del estado
> uruguayo?
Me causa gracia que se repita tanto esta "idea", cuando en realidad el Estado usa más Software Libre y Software Abierto del que piensas. Me parece que hay que actualizar las fuentes de información antes de hacer este tipo de campañas, pues perderán fuerza por el solo hecho de no condecirse con la realidad.
Y te cuento otra realidad: he pasado por varios organismos como consultor y te puedo decir que *muchos* ni siquiera compran las licencias, por lo cual no sería tan voluminoso el gasto por este concepto en el Estado.
> cuánto costaría?
> cuántos desarrolladores que tu
> conoces se prenderían?
> Como convocarlos y entusiasmarlos?
Yo soy muy idealista, y entiendo lo que dices, pero tienes que tener un pié en la realidad.
Hay dos formas, si lo quieres hacer generalizado (para todo el Estado) debe ser una política de la administración de turno, y eso, depende de los políticos y de sus asesores. Si lo quieres hacer localizado, más que armar un grupo de voluntarios "superhéroes" me parece más realista armar una empresa y ofrecer esos servicios.
Existe el concepto erróneo que los que acompañan al Software Libre, en su mayoría, lo hacen por el "amor al arte", cuando la realidad demuestra que es por interés y conveniencia personal (y generalmente económica).
Si observas con atención verás claramente lo que digo en el comportamiento de muchos de los directivos de los grupos de usuarios "Pro-Software Libre" con imagen de "Sin Fin de Lucro".
Finalizando, el gran problema interno en el Estado uruguayo es la falta de controles y la falta de penas para quién no cumple.
Hay muchos reglamentos que obligan a los organismos estatales a no solicitar marcas ni proveedores, pero se sigue haciendo, nadie controla, y en consecuencia, nadie es castigado, y si lo fuera, la pena no tendría efecto alguno, permitiendo seguir con el mismo proceder (hay muchos ejemplos de esto).
PD: disculpas por demorar tanto en responder.
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